Ya comentábamos que Italia no pasaba por su mejor momento de forma y que tenía una plantilla para el asilo más que para otra cosa, y así se confirmó ayer. Brasil sin piedad mostró su juego más ofensivo y entretenido, entró por los huecos que quiso, mareó bochornosamnete a su rival y perdonó por compasión al final, alguna de las numerosas (y prácticamente únicas), ocasiones del partido.
El ladrillo que supone ver un partido italiano ya no será necesario tragarlo en esta Copa Confederaciones. El equipo Azurro se va a casa demasiado pronto para el nombre que tiene.
Mucho tendrán que cambiar las cosas para ver a esa selección que deslumbraba con su juego medular y sus centros al área o gozar de nuevo de la mejor zaga del mundo.
Y la solución no pasa por echar Lippi que es lo que algunos piensan, sino en convencer a este que hasta que no traiga jugadores nuevos(jóvenes) y renueve el estilo de juego no serán capaces de volver a tener una selección competente y a la altura de lo que fue.
Mientras estamos de luto por la muerte de una selección histórica no nos debemos olvidar que mientras tanto Brasil ha puesto rumbo directo hacia la Final, antes de la cual dará un pequeño repaso a Sudáfrica su rival en semifinales.
Alfredo Andreu, 22 Junio
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